Pese a la pandemia, Barcelona se sigue percibiendo como un destino atractivo donde emprender y hacer crecer a las startups. Así lo constata la segunda edición del Barcelona Global Scale-up Monitor, realizado por Barcelona Global en colaboración con CaixaBank y con el apoyo metodológico de IESE. De hecho, el impacto de la crisis del coronavirus ha afectado de manera desigual a las empresas emergentes de la ciudad, con un 59% quedándose igual o aumentando ingresos y un 41% viendo como se reducían.
Cooltra, Colvin, Fractus, Glovo, Holaluz, Iomed, Minoryx Therapeutics, Sequra o Typeform serían ejemplos de startups con sede en Barcelona que han conseguido triunfar en la ciudad y definen un perfil de proyecto con tendencia al éxito en el territorio que pasa claramente por ser empresas con base tecnológica (el 96%), aplicada a múltiples sectores, y una fuerte internacionalización.
Los emprendedores barceloneses continúan considerando la ciudad como una buena ubicación en la que arrancar un negocio y hasta lo hacen más que hace tres años, pasando de punturarla con un 4,6 sobre 7 en 2018 al 5,3/7 de 2021. Su calidad de vida es la principal causa de este resultado, pero también influyen, aunque en menor medida, los trabajadores disponibles con los sueldos que ofrecen y la posibilidad de atraer a profesionales internacionales.
Principales conclusiones extraídas del estudio:
- Barcelona, ciudad predilecta para emprendedores y profesionales
- Posibilidades de mejora en el acceso a fondos
- El talento local es escaso o carece de las competencias que necesitan las startups. Al contratar talento internacional se evidencian los problemas con los trámites
- Hay que seguir trabajando en mejorar la fiscalidad y la regulación
- Mejorar la comunicación de los casos de éxito e incrementar el papel de la universida
- Poca representación femenina en el colectivo emprendedor
- Importancia de no descuidar nuestro sector de ciencias de la salud