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¿Cómo trabaja la Inteligencia Artificial en escuelas de negocios y plataformas de orientación académica y laboral?

La Inteligencia Artificial está ayudando a muchas startups de todos los ámbitos, en particular del área formativa y de talento, a trabajar de manera mucho más rápida y efectiva en el procesamiento de datos y en la toma de decisiones. La IA no sustituye a los equipos de personas, es más, podemos decir que se está convirtiendo en un ‘as en la manga’ de los emprendedores como herramienta argumental para convencer a quienes quieran invertir en sus proyectos.

De la mano de Pau García-Milà, coCEO y cofundador de Founderz, y de Nicolás Pardina, fundador y CEO de Growth Road, vemos cómo esta tecnología disruptiva afecta, por ejemplo, a los emprendedores del sector educativo o de la psicología aplicada a la orientación académica y laboral.

La plataforma de apoyo a la orientación vocacional, Growth Road, trabaja con centros educativos e individualmente con estudiantes, empleando un sistema de franquiciados que ayuda a los alumnos de segundo y tercero de ESO, y primero y segundo de bachillerato, a mejorar su autoconocimiento personal. La aparición de la IA ha supuesto, para esta startup, la introducción de nuevos instrumentos en la psicología de recursos humanos.

“La orientación vocacional se lleva haciendo igual desde los últimos 50 años, con los tests ABC de siempre, de 400 preguntas y con psicometría básica”, sostiene Nicolás Pardina. “Nuestra innovación, en este caso, no es desde la parte psicométrica, pues seguimos utilizando las mismas bases científicas del test de Holland.”

Algoritmo mágico

“La magia –prosigue- se encuentra en que, con una pregunta de texto abierto, somos capaces de llegar al equivalente de lo que proporcionan 50 preguntas con respuesta del test ABC. Llevamos a cabo lo que se denomina multiponderación, método que se ha aplicado toda la vida, pero de una forma muy estática. En Growth Road utilizamos un algoritmo que es capaz de entender frases o textos abiertos y realizar, a partir de las respuestas a nuestras preguntas, un proceso dinámico de interpretación psicométrica”.

¿Sin inteligencia artificial lo podríamos hacer? Sí, tal y como se lleva haciendo el último medio siglo, con multiplicidad de preguntas y con personas implicadas en el análisis. ¿La inteligencia artificial en qué nos ayuda? En realizarlo de una forma automatizada”- “Esto no es un test bonito y pintado. Esto es una evaluación completamente nueva con inteligencia artificial”. 

El algoritmo ha sido testado por más de 80.000 alumnos, no solo jóvenes, también adultos, para los diferentes desarrollos de la compañía.

Tan solo, este último año, 6.000 de esos alumnos (estudiantes activos) han utilizado la plataforma de orientación vocacional.

Matemático inicial de formación, Nicolás Pardina relata que, tras intentar encontrar alguna herramienta que le ayudara a elegir su verdadera vocación profesional, se dio cuenta de que apenas había soluciones o alternativas a su alcance más allá de los test tradicionales. De ahí surgió la idea de crear algo nuevo, a la postre, Growth Road.

Nueva ronda: 1, 3 millones de financiación

Desde que se fundó Growth Road hasta la ronda de financiación inicial de 300.000 euros pasaron tres años. Tras dos años iniciales, en los que lograron realizar más de 5.000 test, empezaron a buscar financiación de business angels o aceleradoras, como fue el caso de Wayra (Telefónica): “Entramos cuatro startups de las 300 que optábamos al programa. Ahí es cuando los inversores te miran con otra cara”. Ahora la empresa busca otros 300.000 euros de capital privado, con Oryon Universal como lead investor, y cerca de un millón de euros de capital público, vía fondos Eureka, que es la iniciativa intergubernamental europea de apoyo a I+D+i.

Para nosotros, “el éxito de nuestra empresa consiste en reducir la tasa de incertidumbre en la elección de la toma de decisiones de los alumnos. A día de hoy, el 79% de los estudiantes de bachillerato no sabe qué quiere escoger. Es un ratio altísimo”, concluye el fundador de Growth Road.

IA Generativa para Escuela de Negocios

Toda revolución tecnológica deja ganadores y vencidos, pero justamente con la IA estamos viendo que deja muchos más ganadores, porque al final las empresas que prefieren dar el paso, adaptarse y empezar a trabajar en esa línea suelen tener mucha ventaja con respecto a las que no”. 

Así se expresa, Pau García-Milà, actual cofundador y coCEO de Founderz, la escuela de negocios online. Esta institución académica imparte formación virtual superior en español e inglés a una comunidad de más de 13.000 alumnos procedentes de diferentes partes del mundo como España, Estados Unidos, Francia, Alemania, Asia y casi todos los países de América Latina. 

Zeta, tu asesor inteligente

Nuestra plataforma de IA está totalmente integrada en el proceso formativo, con lo cual en cualquier momento puedo pedirle a Zeta -como llaman a su asistente de IA- que me ayude a repasar una lección, una clase, o incluso a hacer preguntas a un profesor que ya no está delante mío porque es una clase pregrabada”.

Uno de los programas estrella de Founderz es el máster en Inteligencia Artificial, creado en colaboración con Microsoft. “Nuestro programa está pensado para personas que, si algo tienen en común, es que no vienen del mundo de la programación, es decir, proceden del periodismo, abogacía, educación…”.

¿Y cómo valora el inversor a la hora de invertir en startups la particularidad de que el emprendedor tenga integrada la IA en sus usos? ¿Será al final, un criterio más para atraer inversión? “Esto pasará, seguro. Al igual que en una entrevista de trabajo, un candidato que sepa usar la IA seguramente tendrá mayor ventaja frente a otro que no la sepa usar”.

¿Y en qué medida la IA podría reemplazar a distintos perfiles profesionales en el ámbito educativo? “Esto no va a ocurrir porque precisamente en la era de la IA los humanos somos más necesarios que nunca. Ha quedado demostrado que puede ayudarnos en muchas cosas, pero ni de lejos en todas, en el proceso de aprendizaje creemos que es sagrado”, concluye el cofundador de Founderz. En este caso, la Escuela de Negocios cuenta con profesores de Universidades top,

Alerta en los usos de la IA

Lógicamente, los usos inapropiados de la Inteligencia Artificial son motivo de polémica. “Personalmente creo que el enemigo de la IA no son sus usos fraudulentos, sino los usos no responsables. El problema está en qué sucede con esas personas que, sin saberlo, hacen un uso no responsable de la IA. Aquí hay un peligro bastante grande, ya que sin ser conscientes están ayudando a incrementar sesgos, a hacer usos que no aportan valor, sino que destruyen.”

Sea como fuere, la aplicabilidad de la IA en la oferta formativa de startups como Founderz ha repercutido positivamente en su cuenta de resultados. García-Milá no da cifras concretas por programa formativo, pero… “en 2023 cerramos el ejercicio con un poco más de 2,4 millones de euros en facturación, y este año tiene pinta de que vamos a duplicarlo y superar los 5 millones”. Teníamos previsto una ronda de inversión a finales del año pasado y decidimos pararla, porque nos pusimos en beneficios, lo cual es un problema maravilloso para cualquier empresa emergente”.

Ley Europea de IA. Pros y contras

No hay unanimidad a la hora de definir cuán oportuna y positiva es la Ley de Inteligencia Artificial, aprobada en marzo por la Comisión Europa, la primera del mundo en su ámbito. “La Ley de la IA puede aportar un buen valor. No creo que debamos temer la regulación porque al final nos marca el terreno de juego”, sostiene Pau García-Milà. “Soy uno de los pocos raros que celebra que existe un marco regulatorio, y digo de los pocos y raros porque la mayoría de gente con la que hablo lo ve como algo negativo que viene a cortar la innovación”.

De opinión distinta es Nicolás Pardina: «A nosotros, la aparición de esta nueva Ley europea de Inteligencia Artificial nos complica las cosas. En el fondo, son trabas que pone el marco comunitario. Ahora hay que obtener un sello distintivo, un sello que cuesta dinero. Podemos seguir operando, pero con el riesgo de enfrentarnos a algunas restricciones. Puede que los business angels e inversores para startups pregunten a partir de ahora a las empresas emergentes ¿vas a poder operar dentro de la Ley de IA?”.

Como conclusión, “La IA no nos ayuda a ser más inteligentes –resume Pau García-Milà-, sino a ir más rápido, a hacer cosas que antes normalmente nos habrían costado mucho tiempo. Hoy la IA ya las puede hacer por nosotros, y esto nos permite con más datos tomar mejores decisiones, y de una manera más automatizada”.

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